[Aunque un poco tarde cerramos los tres capítulos dedicados a las Fiestas. El primero lo centrábamos en las fiestas de Carnaval y lo titulamos "Carnaval... te quiero" (por cierto, algún día hablaremos de una Chirigota muy burgalesa que hizo furor en los últimos Carnavales y que estaba plagada de antiguos miembros del Post-Guay. El segundo capítulo lo titulamos "Nuestras Fiestas de Guardar". Recorrimos aquellos momentos que sin dejar de ser festivos eran de obligado cumplimiento para nosotros o para otros. Por último hoy nos atrevemos con "Los San-Queremos" y va de lo que va.]
“¡Cuántas cosas variadas y serias se hacían en el
Post-Guay! ¡Qué dedicación y seriedad a la hora de llevarlas a cabo! Pero no
hemos de olvidarnos que estamos hablando de adolescentes que devinieron en
jóvenes, hoy madres y padres de familia muchos de ellos, buenos y capacitados
profesionales...
Pero no quiero irme por los cerros de Úbeda que
tienen muy mala carretera y terminaré mareada y mareando al personal. Decía que
en el Post-Guay había mucha fiesta. Unas veces institucionalizada por el
calendario (como ya vimos en el artículo anterior), y otras sometidas al libre
arbitrio de los San Queremos. De estos vamos a hablar ahora mismo.
Verano de 1990 - Lío en Fuentes Blancas |
Navidad en Las Calderas. ¿Antes, durante o después de la juerga? |
¿Y qué hay de los cumpleaños? No todos se celebraban. Dependía de cómo cayeran en el calendario. Por ejemplo, no se celebraba NUNCA el de Javi Grande (siempre coincidía con el día de ayuno voluntario en la Campaña contra el Hambre, ¡qué faena o qué ahorro!). Mención especial merecen algunos cumpleaños que caían en verano y se agrupaban en una celebración que solía tener lugar en Fuentes Blancas. Ya éramos un poco más mayores pero siempre hubo gente suficiente como para pasarlo bien y sentirse grupo.
08-08-1993 - Cumpleaños en Fuentes Blancas Momentos de Juego |
Un “san queremos” que se institucionalizó fue irnos
de merienda a la bodega que el padre de Marta Ordoñez tenía en Pampliega. Eso ya ocurrió siendo
todos mayores de edad. Juan José, que así se llamaba, nos preparaba el
merendero y nos dejaba preparado el vino, siempre de forma generosa, (más que
generosa diría yo porque siempre sobraba mucho y nos decía que bebíamos poco).
En estas ocasiones el que conducía bebía agua pero daba igual, terminaba igual
de contento que el resto.
1995 - Mayo - Bodega de Marta y cumple de Rodrigo |
Cumpleaños de Yoli, 20 años atrás |
Y así podríamos seguir unas cuantas páginas más. Lo que podemos decir,
a modo de resumen, es que en el grupo había desparpajo, improvisación… y mucho
arte. Con estos ingredientes era fácil encontrar motivos para el desmadre. Y
como quien tuvo retuvo, hemos de afirmar que esas capacidades no sólo se han
mantenido a lo largo de los años, sino que se han multiplicado, contagiando a
los ambientes que se han pisado. Podríamos dar pruebas de ello. Quizá lo
hagamos en algún momento… No, no me estoy refiriendo a las despididas de soltero… ¿o sí?
Casilda y algo Javi